miércoles, 29 de octubre de 2008

Breve entrevista a Carlos Ortúzar, por M.G.






M. Si tuvieras que trazar una línea temporal imaginaria con los acontecimientos más relevantes en la creación y “desarrollo” de Talleres del mar ¿cuáles serían?

CO. Talleres Gráficos y Literarios del Mar, fue fundado el 17 de Septiembre de 1978, en Santiago de Chile, por Adolfo Pardo, con Jaime Valenzuela y Carlos Ortúzar. Además, en los primeros momentos, colaboraron el periodista Ariel Poblete y el licenciado en Artes Peter Kroeger. Debido a la vocación definitivamente literaria del grupo, sólo quedaron como miembros plenos, los tres primeros mencionados.

Corrían años azarosos en aquel tiempo, por lo que cambiamos la silla de ruedas de la madre fallecida de un miembro del taller, por un mimeógrafo y nos pusimos a editar varias publicaciones.

En 1979 ingresamos a la UEJ, que reunía a jóvenes escritores bajo el alero de la SECH. Entre los miembros de la UEJ, cabe mencionar a Gregory Cohen, Ricardo Wilson, Bárbara Délano, Mauricio Electorat, Roberto Brodsky, Francisco Zañartu,

Jorge Ramírez, Antonio Gil, Vicente Parrini, los miembros de Talleres del Mar, y otros jóvenes que han seguido una trayectoria destacada en las letras nacionales. La idea de esta institución era reunir a talleres y grupos literarios opuestos a la dictadura, en una instancia de creación y reflexión. T. del M. editó la única publicación colectiva, de la Unión, la revista “Pazquín”.

T del M continuó editando la serie “Cuadernos Marginales” y, en lo que constituyó un hito, publicó el Nº 6 de título “Textos por Latinoamérica”, que fue el único apoyo público al hermano pueblo argentino en esa desgraciada circunstancia, en que en una actitud miope, la mayoría de los chilenos dio vuelta la espalda a quién debería haber recibido nuestro apoyo.

Con el correr del tiempo, se llevaron a efecto talleres, actos y presentaciones, que poco a poco fueron culminando en actividades literarias personales, siempre manteniendo contacto a través de reuniones periódicas, que han durado hasta el día de hoy.

M.¿Suscribieron alguna vez a una poética o estética literaria? ¿Qué es lo que entendieron o entienden por literatura?

CO. Definitivamente no, más bien una posición de disenso en el sentido de que nos parecía necesario abordar la literatura de la forma más libre posible. El fenómeno del boom había pasado, Sartre y el compromiso del escritor también. Sin embargo, estábamos bajo la dictadura y lógicamente no era el caso eludir referencias a la realidad, pero siempre de una manera no comprometida con las ideologías que circulaban en la época. No por ello dejábamos de percibir los efectos de la protoideología dominante y a ellos nos referimos en un pequeño ensayo publicado en la mencionada revista Pasquín, de título “Ideología y Literatura” por Carlos Ortúzar.

M. ¿Hubo un grupo de escritores predilectos para la formación de los talleres?

CO. Ciertamente Melville, con Moby Dick que inspiró la novela “Los Insobornables” de Adolfo Pardo, que sirvió de eje ordenador para el taller, ya que todos estuvimos involucrados en su gestación. Además era una especie de biografía del grupo; todos los personajes correspondían a miembros de T del M, con sus características reales o imaginarias. Además, Stevenson, Arlt, Lautremond, Vargas Llosa, Lezama Lima, como se ve, una lista bastante ecléctica.

M. ¿Cómo influyó en sus proyectos literarios la experiencia del Régimen Militar y la censura?

CO. Muy concretamente, toda publicación debía ser autorizada por la DINACOS, y en el caso nuestro, nos fue negado el permiso para una publicación cultural, porque según ellos: carecía del carácter cultural que se le aducía. T del M, puso el mimeógrafo a disposición de un partido de izquierda para sus publicaciones, no sin cierta aprensión por parte de los miembros del colectivo. Fuera de eso, había la autocensura automática, que obviamente coartaba las producciones escritas de todo el país.

M. Si tuvieras que hacer un canon de la literatura contemporánea, ¿a qué escritores integrarías y por qué?

CO. Bolaño, los del realismo sucio americano (Carver, Ford), los novísimos chilenos (Zambra, etc.), los argentinos Piglia, Fogwill, Fresan, Guillermo Martínez, Sandor Marai, Houellebecq, Cormac Mc Carthy, Etc. porque los leo, porque me place...